Incluye referencias bibliográficas (p. 219-236), e índice.

Córdoba, 1918: la Reforma Universitaria, llevada adelante por un fogoso grupo de estudiantes argentinos, redefine los roles de las casas de altos estudios en nuestra región, incorporando la función social a un ámbito hasta ese entonces dedicado exclusivamente a la docencia e investigación. ¿Bajo qué nuevas formas y significados se configura hoy, casi cien años después, la relación entre universidad y sociedad? A partir de un detallado análisis del caso mexicano, el presente libro investiga esta problemática, sentando un precedente ineludible en un campo aún escasamente explorado en América Latina. Partiendo de la premisa de que la educación superior es un bien público y no una mera mercancía, Mariela Torres Pernalete y Miriam Trápaga Ortega plantean la necesidad de pensar esta institución desde la responsabilidad social universitaria, una perspectiva que asume la dimensión ética del compromiso no solo respecto de quienes le dan vida, sino también respecto de aquellos que quedan fuera de ella, en sus alrededores, en sus márgenes. La universidad, actor clave en el tejido social, es de vital importancia a la hora de pensar la sociedad que queremos. Por lo tanto, es necesario promover una integración plena, un diálogo más fluido y comprometido de todos sus sectores (docentes, no docentes, estudiantes, graduados, investigadores, directivos), que permita –como afirma Tünnermann en el prólogo– “configurar proyectos alternativos inspirados en la solidaridad y la inclusión de sectores marginados”.