Durante 31 años, la revista llegó puntualmente a sus lectores cada tres meses. Sin duda, fue el trabajo incansable de María Elena Rodríguez, su primera directora, el que sostuvo por casi 30 años un pequeño equipo que realizó esta gran obra. Esta fue la única revista en español de la Asociación Internacional de Lectura.

Lectura y Vida fue más que una revista. Fue y es una comunidad profesional de lectura en torno a un acervo de textos que ofrece múltiples posibilidades de lectura. Un recorrido cronológico permite conocer cuáles han sido algunas de las tendencias en la investigación dentro del campo de la lectura y la escritura a lo largo de tres décadas. Un seguimiento de autor o una línea teórica posibilita reconstruir la evolución de algunas ideas específicas. El rastreo de un tema lleva a descubrir diferentes formas de abordarlo. Dependerá de los lectores encontrar sus propios senderos en los múltiples recorridos posibles que ofrece el territorio construido. Así lo han hecho siempre sus lectores y así lo seguirán haciendo los nuevos gracias a la apertura de este sitio.

La revista, vigente a pesar de haber cesado, es parte de la historia y del presente porque muchas grandes y pequeñas historias de la lectura en América Latina hubiesen sido otras sin ella. Ninguna otra publicación logró hacer sentir que todos los diversos autores y lectores formamos parte de un mismo debate latinoamericano.