Una joven, Julia, acusada de los asesinatos ocurridos en una noche de la cual no recuerda demasiado, es condenada a prisión. En el proceso de ingreso se devela que está embarazada, razón por la cual es trasladada a una unidad con mujeres madres y embarazadas. Allí descubre un mundo sórdido y violento, pero también solidario entre las presas. Mientras su panza crece, entabla un fuerte vínculo afectivo con otra mujer que crió a sus hijos en prisión. En las visitas se reencuentra con su propia madre quien comienza a plantearle la posibilidad de llevarse a su futuro hijo al nacer. Pero cuando Tomás nace en la cárcel, Julia descubre y desarrolla allí su vínculo con la maternidad. A partir de ese momento, el conflicto de Leonera se centra en la disputa entre Julia y su madre por el ciudado de Tomás, abriendo la gran preguntada sobre qué es lo mejor para él.