A la gata Misha le duele un diente. Pero no quiere que sus padres se enteren porque le da miedo ir al nuevo dentista. Sin embargo, cuando el diente se le cae no le queda más remedio que acudir a una consulta. Cuando visite la clínica y conozca a su nuevo odontólogo, comprobará que no hay nada que temer. Además de aprender nuevos hábitos de alimentación para cuidar la salud de sus dientes, Misha, que había perdido el diente que se le había caído, saldrá de la clínica del doctor conejo con una nueva pieza para el Ratoncito Pérez.