Un viajero novato se dispone a recorrer Europa con un presupuesto acotado. Antes de salir de casa traza un itinerario riguroso y reserva hospedajes, los vuelos internos, los boletos de tren. El exceso de preparación habilita la primera dimensiòn de la experiencia que (con estructura de una novela y un tono cercano a la crónica) Un mundo estrecho transita en sus páginas iniciales : la experiencia anticipada, relato minucioso de lo que se va a vivir durante un mes de vacaciones, mixtura lúdica de expectativas, neurosis y un plan de viaje pautado sin margen para la improvisación.
Si bien la segunda dimensión es de naturaleza convencional (experiencia consumada,la del viaje ya realizado), la particular percepción del narrador se aleja de la subjetividad estandarizada del turista desde una mirada marcadamente ideológica y con un poderoso sentido del humor. [contratapa]